Revisando las Resoluciones del Parlamento Europeo me he encontrado con una iniciativa del "Partido Socialista Europeo" que ha salido adelante que me congratula: la ascensión de los plásticos del estatus de basura al de recurso. Esta propuesta me trae a la cabecica algunas reflexiones, y un deseo para aplicar en nuestra ciudad de Teruel.
En concreto, la precaución y la prevención son los
principios rectores de las políticas y normativas relativas al medio ambiente
en la Unión Europea, centradas en evitar desde su origen mismo el daño
ambiental. En concreto, la propia industria y redes comerciales que colocan en el mercado un
producto que puede acabar en residuo tienen una responsabilidad a la hora de
minimizar el impacto.
En este sentido los 51 millones de envases de
bebidas que se consumen en España, alrededor de 1.25 envases por habitante,
generan un impacto sobre los sistemas locales de gestión de residuos ya que tan
sólo 18 millones terminan en los contenedores amarillos de recogida selectiva,
es decir, un 35%. El resto termina en los vertederos de los municipios ó
abandonados en el medio ambiente.
La recogida selectiva a través del sistema de
contenedores amarillos de los envases de bebidas no es la más óptima ya que la
separación de las materias primas vertidas en los mismos es compleja,
produciendo pales para las empresas recicladoras de baja calidad al mezclarse
el aluminio, metal, plástico, vidrio, etc. Los costes imputables a la baja calidad de la
separación de materiales y a la parte no reciclada podría estimarse, en una
primera aproximación, a 133 millones de euros en el conjunto del territorio
nacional.
De esta forma, siendo sensibles a los
movimientos ciudadanos, a las Resoluciones del Parlamento Europeo y a los estudios realizados, por ejemplo por Eunomia, en
su informe titulado "Evaluación de costes de introducción de un Sistema de
Depósito, Devolución y Retorno en España", plantearía una iniciativa para
su evaluación en nuestra ciudad de Teruel. En más de 40 países o regiones el "Sistema de
Depósito, Devolución y Retorno" (SDDR) ha demostrado su viabilidad económica,
generando nuevos nichos de empleo y tejido industrial, en una clara sinergia con
las mejoras ambientales y de limpieza de los espacios públicos.
Este sistema SDDR funciona asociando un valor
a cada envase para que éste sea devuelto por el consumidor para su reciclaje a
través de los sistemas de distribución. De esta forma se consigue triplicar la
recuperación de envases, por ejemplo, en Alemania es cercana al 98%.
El municipio de Teruel es vulnerable a los
residuos pero al mismo tiempo un lugar donde es más sencillo aplicar los
sistemas de retorno por la dimensión de su población y por una situación
relativamente aislada de otros grandes municipios. Para ello, la administración
aragonesa podría apoyar la constitución de un programa piloto para estudiar la
viabilidad técnica, ambiental y social del sistema en la Ciudad de Teruel. Para
ello una Comisión integrada por representantes del Ayuntamiento de Teruel y de
la Comunidad Autónoma de Aragón podría lanzar el exitoso sistema SDDR en este
municipio adelantándose en la aplicación de esta normativa, e impulsando la generación de un tejido productivo basado en la economía verde.
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