lunes, 2 de junio de 2014

La institución monárquica en España: el proyecto España en crisis

La noticia de la abdicación del Rey hace mirar hacia atrás para releer la historia de España, con esta acción la Transición que comenzó en 1978 concluye, los Pactos de la Moncloa que dieron y abrieron la Democracia en España dejan paso a una nueva etapa.

De la misma forma que el reinado de Juan Carlos I comenzó en un momento difícil en la construcción del proyecto España, el comienzo del reinado de Felipe VI también coincide con un momento histórico donde el proyecto España está en redefinición, con una dispersión de planteamientos representado en la diversidad de fuerzas políticas que están apareciendo. Reconozcamos el papel historico de Juan Carlos I, entiendiendo que hay un intento de la Jefatura del Estado de abrir un tiempo nuevo en un momento donde la institución monárquica está desgastada por los casos de corrupción en la esfera de la corona, aun ha pesar de los servicios que ha prestado. El proyecto España está cuestionado, por territorios y por movimientos sociales... aunque todavía hay una amplia mayoría en el Parlamento fiel al consenso de la última parte de la década de los setenta.

Entre los retos que tenemos por delante en el debate del proyecto España, tras 30 años de recorrido, está el encaje de Cataluña, y posiblemente, el País Vasco. El nuevo Estado Federal que se está abriendo paso gracias a la propuesta del PSOE implica una revisión de la Constitución, y es dentro de esta gran reforma institucional del modelo de Estado, del Congreso, del Senado, de las competencias federadas y de la participación democrática donde enmarco el futuro de la institución monárquica.

En un Estado Federal cada Estado que integra el proyecto es soberano para decidir su modelo, de esta forma, tendrá una oportunidad Felipe VI durante esta segunda transición para que defienda su modelo y visión del proyecto España, y si constituye un elemento aglutinante o no. Como socialista tengo claro que en nuestra hoja de ruta en el primer nivel está el objetivo de construir una España Federal; el valor de el federalismo y la libertad que conlleva.

De esta forma, tarde ó temprano, tendremos que terminar votando en un referendum una nueva Constitución, que espero que emerga con gran consenso, y será en ese proceso donde se tendrá que definir que parte de España es monárquica y que parte no lo es, o si es capaz de aglutinar a todos los territorios.

Desde esta perspectiva, hoy me he manifestado en Teruel por el referendum, el proyecto España necesita de una profunda reforma constitucional, sin pronunciarme en el fondo de la cuestión a nivel nacional que dependerá de como la monarquía gestione este proceso, pero si en la necesidad de un referendum sobre el modelo territorial y de Estado posterior a un amplio debate, donde en la agenda aparezca Cataluña, País Vasco, y otros elementos emergentes en el debate ciudadano.

Como punto de partida, defiendo un Aragón republicano, entre mi generación la monarquía, aunque ha tenido un papel importante durante la Transición, ha perdido el poder cohesionador que tuvo hace años. Aunque la oportunidad a Felipe VI está en las negociaciones y el diálogo que se abrirá en los próximos años, y si es posible de convencernos o no de la necesidad de la institución monárquica como elemento aglutinador de todos los territorios, o que quede circunscrita a alguno de ellos, o simplemente desaparezca.